Podemos tratar tanto facialmente como corporalmente, entre las que encontramos patologías como linfedema o lipedema
La apariencia física es una característica de las personas que, cada vez mas, está tomando relevancia a nivel social. Se trata de una especialidad de la fisioterapia en auge y cada vez más demandada. Ofrece herramientas apropiadas para poder conseguir unos buenos resultados a nivel tegumentario que mejoran no solo el aspecto de las personas, sino también su función y calidad de vida, mejorando su autoestima. Evalúa y trata los trastornos y disfunciones del sistema tegumentario y cutáneo. Radica en promover y mantener función óptima, bienestar y calidad de vida. Pueden ser de dos tipos:
Utiliza los principios de la corriente de alta frecuencia para llegar a la dermis profunda, consiguiendo establecer la producción de colágeno. La resistencia ofrecida por el cuerpo genera un calor profundo que eleva la temperatura entre 3-5º, lo que favorece la disolución de la grasa localizada y reafirma los tejidos. Con ello mejorará la microcirculación local y la nutrición celular y, en consecuencia, la formación de colágeno y elastina, favoreciendo el drenaje linfático, reduciendo edemas y acelerando la regeneración tisular.
Es un masaje superficial, en el que mediante la aplicación de determinadas técnicas manuales, se pretende actuar sobre la circulación más superficial del cuerpo, la linfática. Indicado sobre todo para edema y postoperatorio inmediato de cirugía estética. Importante en la cirugía ya que durante la misma se dañan los vasos linfáticos y en consecuencia se puede desarrollar un edema. Mediante el drenaje, se pueden eliminar los líquidos excedentes que pueden llegar a generar dolor, disminución de la sensibilidad cutánea y malestar general.